Revista CREARMUNDOS

Nuevo número de la Revista CREARMUNDOS. La revista publica reflexiones y prácticas de diversas personas y grupos, principalmente de Iberoamérica, que actúan a partir de las referencias al proyecto Philosophy for Children, ampliándolo, tranformándolo y adecuándolo al contexto actual.

Propuesta de uso de un blog para la aplicación del programa de Filosofía para Niños (FpN).

Objetivo 

La base de esta propuesta es intentar establecer estrategias y recursos que faciliten la construcción de una comunidad de investigación filosófica en los cursos de filosofía de bachillerato. 

Funciones del blog 

  1. Posibilitar un espacio de reflexión e investigación común mediante la puesta a prueba de formatos de investigación virtuales (modificables y mejorables en función de los resultados). Primar el aprendizaje de procedimientos tales como el diálogo, el trabajo cooperativo, la investigación compartida.

  2. Establecer formas de interrelación en red y no radiales, procurando hacer del rol docente una posición cada vez más excéntrica y posibilitadora. Favorecer la lateralización de las relaciones.

  3. Intentar fortalecer la subjetividad y autonomía de los alumnos.

  4. Promover el respeto a las opiniones de los demás y el conocimiento de los alumnos entre sí.

  5. Facilitar una participación activa, en la que el alumno se sienta sujeto o protagonista principal del trabajo realizado durante el curso.

  6. Acompañar y estimular al alumno.

  7. Actuar como guía del curso.

  8. Funcionar como centro de recursos y materiales.

  9. Función adicional: registrar la participación del alumno con vistas a su proceso evaluativo.

  Secciones del blog 

Bitácora. Cada día le toca a un alumno escribir el “Acta” de la clase. Se trata de un texto muy breve en donde debe aparecer lo que se ha hecho en el aula (tema tratado, actividades realizadas e intervenciones significativas). El resto de la clase puede añadir comentarios sobre qué les ha sugerido la clase, formular propuestas de temas a tratar y actividades a realizar. También será este el espacio en donde valorar la evolución del curso y proponer estrategias de cambio. Se pide que se argumenten todas las ideas.       

Programateriales. Se trata de un esquema numerado de los contenidos del curso relacionados con una serie de materiales didácticos recomendados: bibliografía y enlaces a otros recursos disponibles en Internet (como foros, artículos, videos, webs sobre el tema en cuestión, etc).         

Comunidad. Es la sección más importante del blog. En ella el grupo se constituye como comunidad de investigación, desarrollándose las distintas actividades o formatos de investigación.       

Escritorio. Espacio en donde el profesor colgará los trabajos elaborados por los alumnos, para que puedan ser consultados por todos (breves ensayos o textos literarios representativos de una problemática filosófica). Estos pueden aparecer, además, en la sección “Comunidad” a raíz de la investigación en curso.       

Enlaces. Links a las comunidades de indagación filosófica, a herramientas de investigación y a los blogs de los miembros del grupo (animar en este sentido a la elaboración de uno propio).  

Formatos de actividades        

Debate introductorio.

El profesor formula una pregunta amplia y comprensible referida a la cuestión que se va a comenzar a trabajar en el aula, por ejemplo: ¿qué es el ser humano?, ¿qué es la vida?, ¿cuál es el sentido de la vida humana? Los alumnos disponen de una semana para, de forma voluntaria, ir dejando sus repuestas en el blog. El día en el que se inicie el desarrollo del tema, el profesor leerá las respuestas más significativas. No es necesario leerlas todas, sino que se espera que a partir de la lectura de unas cuantas los alumnos empiecen exponer sus puntos de vista, comenzando así el debate en el aula. Con esta actividad se pretende:

1.      Conocer las ideas previas de los alumnos sobre el tema en cuestión.

2.      Reorientar el planteamiento del tema en base a esto (primar la “estrategia” sobre el “programa”). Las actividades que se desarrollan deben adecuarse a las capacidades reales de los alumnos y los significados deben conectar con sus referencias, es decir, deben tener sentido.

3.      Aumentar la calidad de los debates en el aula, ya que previamente ha habido un período de reflexión y de intercambio de opiniones.  

Lectura comentada de un texto.

El profesor publica un breve texto filosófico de autoría personal o ajena. El alumno debe leerlo en casa y analizar en un comentario la idea principal. Una vez realizadas las intervenciones, los alumnos deberán leer las síntesis de los demás compañeros y manifestar su opinión sobre la corrección de las misma explicando los criterios utilizados para ello. Normalmente, esta actividad debería sacar a la luz ideas y puntos de vista sobre el contenido del texto, quedando así la tarea de síntesis y análisis en un segundo plano. Si esto sucede, se debe permitir que el debate transcurra sin interferencias metodológicas. Con esta actividad se pretende conocer en qué aspectos del texto han focalizado su atención los alumnos y qué puntos ofrecen dificultades de comprensión. El profesor podrá centrar el tiempo de investigación en el aula sobre los puntos más problemáticos.         

Visionado de un video.

El formato es el mismo que en la actividad anterior, solo que en este caso se trata de ver y comentar un breve video colgado en el blog.         

Debates de investigación.

Una vez que el grupo se ha introducido en el tema y el docente ha podido detectar las referencias o esquemas previos de pensamiento de los alumnos, ha llegado el momento de iniciar la indagación filosófica propiamente dicha. Esta puede realizarse en diversos formatos:

  • Una Pregunta. Se propone un texto para su lectura y se pide a un alumno que formule una única pregunta. Ésta puede ser de tres tipos: Pregunta de comprensión, sobre algún concepto del texto que no se acaba de comprender. Pregunta de evaluación, sobre algún aspecto o idea del texto que el alumno que la formula conoce y quiere ver si los demás alumnos también y si su respuesta es la misma (es el tipo de pregunta más habitual de la práctica docente).  Pregunta de investigación. Este último nivel es el de máxima creatividad y el que plantea más dificultades. Suele tener la estructura lógica de una hipótesis: ¿qué pasaría si…? ¿qué circunstancias nos permitirían comprobar que esta idea es cierta?Además se pide al alumno que, junto a la pregunta, indique en su comentario qué compañero le gustaría que le respondiese. El alumno interpelado intenta contestar (si fuera necesario puede pedir ayuda a otros compañeros) y plantea a continuación su propia pregunta, señalando quién podría contestarla. Se continúa de la misma manera. Tras unas cuantas preguntas formuladas y contestadas es posible que el debate en torno al texto se generalice, y el profesor deba ejercer como moderador introduciendo pequeñas síntesis y aclaraciones puntuales y reformulando preguntas.

o       ¿Verdadero o falso? El profesor realiza en el blog una afirmación que puede suscitar polémica y que guardará relación con lo trabajado en clase (por ejemplo, las mujeres y los hombres están, por naturaleza, mejor preparados para una actividades que para otras). Los alumnos deben manifestar su acuerdo o desacuerdo y argumentar el por qué. La intención es promover el desarrollo de una argumentación personal.

o       Disputa por equipos. El profesor publica un post en donde divide a los alumnos en dos equipos a los que asigna corrientes enfrentadas (por ejemplo: empirismo versus racionalismo). Los alumnos deben preparar una argumentación que defienda su postura y cuestione la del equipo contrario y publicarla en el blog. Se deja el tiempo necesario para el desarrollo de la “contienda”. Al cabo de una semana, se intercambian los papeles. En la tercera semana, se libera a los alumnos de la obligación de defender una postura al margen de sus propios puntos de vista y se propone realizar un auténtico intercambio de opiniones y dudas. El profesor puede proporcionar material adicional para el desarrollo del debate, así como los propios alumnos.

¿Qué es para ti la Filosofía para Niños (FpN)?

Esta es la pregunta que nos planteaba Rafael a todos a comienzos de esta semana. No hace mucho que habría respondido: nada, no significa nada. Si acaso me habría producido indiferencia o incluso habría suscitado en mí una actitud de sospecha. Al fin y al cabo, yo soy resultado en parte del mismo sistema que ahora intento combatir y no me veo libre de prejuicios academicistas. Mis profesores han sido importantes en mi vida, pero, en general, no puedo calificar su influencia como positiva. Siempre he sido lo que se considera una “buena alumna”, he hecho lo que se quería que hiciese: he estado calladita, he hecho los deberes, he sacado excelentes notas. El resultado ha sido la obturación de mi propio pensamiento, la dificultad a la hora de expresarme, la duda respecto a la validez de mis ideas, la falta de imaginación y de creatividad intelectual, las reticencias a intervenir en un escenario de investigación y de debate, la falta de iniciativa, el rechazo al trabajo en equipo. Solo mi profesor de Filosofía del Instituto, Ismael Donas Zaplana, supo despertar en mí un auténtico interés personal por lo que tratábamos en clase. Desde aquí le doy, una vez más, las gracias.

La Universidad no fue mejor que el colegio y el Instituto. En ella adopté cierto elitismo intelectual y un profundo desencanto. Pero aquí ya no era una niña, y la responsabilidad no recaía tanto en mis profesores como en mí misma. Unos eran mejores y otros peores.


Con mi experiencia y mi mala opinión sobre la labor docente, rechazaba completamente dedicarme a la enseñanza y la educación. No puedo explicar entonces por qué me vino la idea. Solo ahora comienzo a reconstruir mi historia. En cualquier caso, recuerdo el momento y lo que hacía: trabajar en la tesis. Estaba sentada frente al escritorio y lo apunté en una tarjetita, en un momento anoté unas cuantas ventajas. Experimenté mucha emoción de repente, ¿sabía, por fin, lo que quería hacer?, ¿podría ser profesora en un instituto y que mi trabajo “tuviera sentido”? Eso es lo que me preocupaba: el peligro de dedicar mi tiempo, mi vida, a formar parte del sistema que tanto criticaba. E hice lo que siempre hago: investigar empezando por Google, en busca de maneras alterativas de desarrollar el trabajo de profesora. Así es como me topé con la FpN, una propuesta de orientación didáctica que pretendía ¡enseñar a pensar! Conecté de inmediato con el espíritu que mueve este programa, y seguí leyendo otras reflexiones pedagógicas en la red. Necesito aprender a enseñar, a posibilitar que los demás aprendan. Me doy cuenta, además, de que este aprendizaje me va a transformar intelectualmente. Ya lo hace. La Filosofía toca tierra. Vibra, suda, ríe, salta, ama. Vive. Los conceptos filosóficos, antes petrificados, momificados y ajenos, empiezan a albergar sentido real para mí. Empiezo a entender.

¿Que qué es para mí la Filosofía para Niños? Una ilusión. Una esperanza. Ahora compartida.