Legitimación de la violencia escolar o pedagógica

Escribo entre la tristeza y la indignación. No es tan grave, pensaréis algunos, solo una muestra más de la incoherencia del sistema educativo que dice enseñar lo que no practica, pero a mí me da mucha pena por varias razones. La noticia es esta. Un instituto de Gijón pide a los padres permiso para corregir a sus hijos mediante el «contacto físico y verbal». Solo firmando un documento que autoriza a eso y a realizar registros, sus hijos podrán participar en actividades como la Semana Blanca.

Intento sobreponerme a la lectura de los comentarios que la gente ha escrito al pie de la noticia, que ha sido lo peor de todo esto, y ordeno un poco mis ideas. Seré breve, que no tengo ni tiempo ni ganas.

– ¿Qué es corregir mediante el contacto físico? Porque yo solo puedo imaginar cosas como golpear, zarandear, empujar, abofetear… O clásicos pedagógicos como tirones de oreja, capones, collejas… ¿O se refieren a corregir mediante besos y abrazos? ¿O un toque firme en cuello como César Millán, el encantador de perros? Lo del «contacto verbal» me lo voy a saltar porque no doy más de mí…

– ¿Un padre tiene derecho a agredir de forma física y verbal a su hijo? ¿Y este derecho es transferible a otros firmando un papel?

– ¿Cómo es posible que se diga que se educa para la paz y la no violencia y se legitime el empleo de métodos violentos con los educandos? ¿Cómo puede sostenerse tamaña incoherencia? Con todo lo que ya sabemos gracias a diversas ciencias, ¿como es posible que no queramos ver que una persona agredida agrede, que un abusador ha sido antes un abusado, que la violencia se aprende y reproduce? Porque esto es lo que constituye esta medida: violencia legitimada por el Consejo Escolar.

Y los ya mencionados comentarios a la noticia… He hecho una lectura rápida y no me siento con fuerzas para volver y detenerme en ellos. La ira y el desprecio que muestran hacia los chicos y la juventud me entristece. La ignorancia que exhiben y la pésima calidad argumentativa ya es lo de menos. No sé que es peor: si la incapacidad de pensar o la de sentir. Debe ser que están ligadas.

Y aquí lo dejo. Solo manifestar mi reconocimiento y apoyo a los pocos padres que se nieguen a firmar este vergonzoso documento, porque no les parece normal ni admisible que «el deber y el derecho de corrección del profesorado pueda hacer necesario el contacto físico y verbal», como dice el Director del centro, Julián Dizy, al que un día le voy a dedicar un post solo para él.

Y pensar que vendrán tiempos educativos aún peores…

PD. Y que nadie me venga con chorradas en plan «no sabes de lo que hablas, los adolescentes son el demonio y los profesores están indefensos». Yo he desempeñado la función de profesora acompañante en un viaje de estudios y ni loca encuentro justificación para pegar o insultar a uno de los chicos. Qué vergüenza… No me refiero a la legítima defensa en caso de ser agredido, ¿hace falta que lo diga?

5 pensamientos en “Legitimación de la violencia escolar o pedagógica

  1. Leo con verdadera congoja la noticia y con harto horror los comentarios expuestos sobre ella. Soy mexicano, soy filósofo, pero sobre todo y ante todo, soy humano. También soy padre que en alguna ocasión nalgueo a su hija y que dicho acto me produjo más dolor a mi que ella -o eso creo, pues yo no recibí el golpe, o por lo menos no el físico. Actos tan primitivos y las razones que los justifican son el festín disfrazado de la frustración imperante. Llorar, pues, y pedir socorro a no se que plano divino, o humano.

  2. Me da la impresión de que, por muy firmado que pueda estar, eso es papel mojado, porque el código civil dice que:
    «ART 154.
    Los hijos no emancipados están bajo la potestad de los padres.
    La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos, de acuerdo con su personalidad, y con respeto a su integridad física y psicológica».

    Nadie puede dar permiso para eso.

  3. Ada, habla del contacto físico «proporcional al hecho». A mi juicio eso sólo implica sujetar y contener, por ejemplo en caso de pelea. Que el profesor agreda física o verbalmente entiendo que está prohibido y penado por muchas autorizaciones que firmen los padres (del mismo modo que en teoría estos tampoco pueden agredir sensiblemente a los hijos so pena de maltrato). Deberían especificar y evitar ambigüedades.
    Sobre los registros me parece intolerable: si le pillan con droga en la aduana tendrá que afrontar la consecuencias.
    Igual que si rompe o roba algo, sobre lo cual entiendo que la «autorización» es sólo una manera de dejar constancia formal de que los padres están debidamente informados.

  4. Sí, ¿pero que ambiguo es todo verdad? El problema de las diferentes interpretaciones, en este caso en qué consiste respetar la integridad física y psicológica. Reconozco que en el calor de la indignación producida por los comentarios a la noticia, puedo haber mezclado cosas… pero de todo eso ya estuvimos hablando ayer en facebook. Ahí también respondí a José Luis. Un fuerte abrazo a los dos!

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